domingo, 24 de julio de 2011

Siempre siendo de verdad-

¿Recuerdas cuando tenías cinco años?
Rencor significaba que alguien había usado tus juguetes sin tu permiso, y tú te enfadabas durante unos minutos, hasta el siguiente recreo.
Los defectos carecían de importancia visto desde los ojos de un alma pura, como la que tienes cuando eres un niño.
Eras feliz. No tenías preocupaciones, ni complejos.
Te mostrabas tal y como eras. Si querías acercarte a alguien, lo hacías. En seguida te ponías a hablar con él y, al día siguiente, estábais intercambiando cromos.
No intentabas aparentar alga que no eras, ni tan siquiera te rondaba esa posibilidad por la cabeza.
Eres tú, con tus defectos y cualidades. Eras tú.
''¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante? Yo sí.''
- ¿Te quedarás conmigo?
- ¿Contigo? ¿Para qué? ¿Para estar siempre discutiendo?
- Eso es lo que hacemos, discutir. Tú me dices cuando soy un maldito arrogante y yo te digo cuando das mucho la tabarra, y lo haces el 99% del tiempo. Se que no puedo herir tus sentimientos porque tienen un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga..
- ¿Entonces qué?
- Pues que no será fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días, y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre, tú y yo; todos lo dias.
Cuando miras a una persona, cuando la miras de verdad puedes ver el 50% de lo que es. Querer descubrir el resto es lo que estropea las cosas.

No lo permitas.



''Nosotros intentamos cambiar el mundo y, desde luego, no lo conseguimos. Ahora, lo que intento, esque el mundo no me cambie a mi.''

sábado, 23 de julio de 2011




Día a día, nos sometemos a escuchar lo que dice la gente. Gente que, con sus palabras, sólo quiere hacer daño. Y nos duelen, esas palabras nos duelen. Queremos creer que ellos están equivocados. Queremos aferrarnos a esa posibilidad, por muy pequeña que sea.
Y lo hacemos.
Queremos evitar sus palabras, sus comentarios. Queremos crear una burbuja paralela al mundo. Queremos encerrarnos en el nuestro. En donde siempre tengamos la razón, y nadie pueda herirnos. Queremos ser felices.
Y no lo hacemos.
Pasear por la playa, sin preocupaciones, sólo disfrutando. Caminar por la arena húmeda, viendo las huella que vas dejando atrás, y mirando cómo el agua se las lleva. Sintiendo el viento en la cara. Sintiendo el calor en tu piel.
En ese momento, te olvidas de todo, porque todo carece de sentido. En ese momento, eres feliz.